Lesiones deportivas.

El lado negativo del deporte se encuentra en las lesiones que conlleva. Conviene saber, por tanto, cómo evitar estos inconvenientes o, al menos, si ya se han producido, conocer la mejor recuperación en el menor tiempo posible.
Las lesiones deportivas pueden darse tanto en la actividad física recreativa como en la de competición. Aunque muchas se producen por accidentes esporádicos impredecibles, es importante realizar un estudio biomecánico exhaustivo en caso de lesiones deportivas de repetición.

Tipos de lesiones deportivas

Lesiones por sobrecarga: inciden sobre el aparato locomotor con una intensidad leve o moderada de forma repetitiva y acumulativa.
Lesiones musculares: contusiones, distensiones, tirones o roturas musculares…
Lesiones tendinosas: suelen producirse por el uso de material o calzado inadecuado o por un terreno irregular o demasiado duro para practicar ejercicio, también como consecuencia de una contusión o por diversas alteraciones biomecánicas.
Lesiones de ligamentos: un mal gesto o una contusión puede provocar un esguince, una distensión o una rotura de ligamento.
Lesiones óseas: un intenso traumatismo puede producir una fractura del hueso afectado.