Otras patologías.

El médico rehabilitador es el especialista de la funcionalidad y de la discapacidad. Atiende numerosas patologías que afectan de forma clara a la funcionalidad y la calidad de vida del paciente y de su entorno. Por ejemplo, tras un ictus más de un 30% queda con secuelas funcionales severas. Otras enfermedades como la esclerosis múltiple evolucionan en brotes y tiene un claro impacto en la vida de estos pacientes.

También los niños pueden verse afectados por patologías banales como desviaciones de la columna, tortícolis congénita, acortamientos musculares, lesiones osteoarticulares y algunas más severas como la parálisis cerebral infantil u otras enfermedades neuromusculares que cursan con limitaciones funcionales que precisan de un abordaje interdisciplinar y un tratamiento precoz y en muchas ocasiones continuado, para minimizar los efectos negativos en el desarrollo físico, emocional y social del niño.

En todos estos pacientes la visión del médico rehabilitador y el posterior tratamiento va a condicionar de una forma determinante el grado de funcionalidad que van a mantener o alcanzar dichos pacientes, el objetivo será conseguir la máxima recuperación e independencia para todas las actividades de la vida diaria, sin olvidar el impacto que todo esto tiene en toda la esfera familiar y social de estos pacientes.

La valoración y el trabajo del médico rehabilitador también está indicado para:

– Pacientes pediátricos tributarios de rehabilitación
– Pacientes con secuelas post-ictus, esclerosis múltiple, parkinson
-Pacientes que han tenido un infarto o enfermedad cardiovascular
– Pacientes con enfermedad pulmonar crónica
– Pacientes amputados
– Programas personalizados. El médico rehabilitador está preparado para el diseño de programas específicos de ejercicio físico en determinadas patologías como: obesidad, diabetes o patología coronaria, enfermedad arterial periférica, insuficiencia renal y otras patologías.